miércoles, 9 de octubre de 2013

Pregunta 0004: Las Parejas Que Viven En Unión Libre, ¿Son Fornicarias, Inmorales, Vulgares?


Gracias por los correos estimado Alfredo. Me gustaría más claridad sobre las uniones libres (¿son inmorales, vulgares?), en lo posible con soportes bíblicos. Bendiciones. Iván Medina, Aguachica, Cesar, Colombia.

"...no es conforme a la razón seguir juzgando como “inmorales y ofensivas” ciertas decisiones que se salen de la norma religiosa y/o socio-cultural".


¡Por el devenir de un individuo más libre, activo y feliz!

Esta Es Mi Respuesta:
Saludos, Iván. Gracias por escribirnos sus inquietudes. 
Cuando hablo de “parejas que viven en unión libre” (o concubinato) me refiero a un hombre y una mujer, libres, hábiles e independientes, que por voluntad propia han decidido consagrarse el uno para el otro sin pasar por la formalidad del matrimonio civil y/o eclesiástico. De estas personas digo que, en ninguna manera, deben ser vistas como “fornicarias, inmorales, vulgares” (etiquetas propias de los sistemas religiosos)…

Ese hombre y esa mujer así lo quisieron y así lo resolvieron (o así se vieron "forzados" a hacerlo) y es respetable en todos los sentidos, según los derechos fundamentales que les son intrínsecos, siempre y cuando no contravengan las leyes civiles que cada sociedad se ha impuesto.


Que desde el punto de vista socio-cultural y religioso no sea “el ideal a seguir” (socialmente rechazado) es otro asunto, y lo debe asumir la pareja con plena conciencia y madurez (y en mayor escala si son miembros de alguna institución religiosa), pero ello no significa que sea "gente mala" o "perversa", "dignos de excomunión", "reprobados en cuanto a la fe".


De paso, desde el punto de vista legal, tampoco es una situación indigna, pues los ampara el concepto de: relaciones de hecho, y tanto el hombre como la mujer (ella en especial) tienen su resguardo jurídico (en caso de muerte, enfermedad, separación, etc.). Por otro lado, los hijos nacidos de estas relaciones no han de ser vistos como “bastardos”, “ilegítimos”, “gente torcida”. ¡Mucho cuidado! ¿Quién nos puso como abogados acusadores? ¿Quién nos instituyó como jueces o legisladores? Además, debe saberse que muchos de los líderes de la antigüedad (y de siempre) que mostraron valentía y fuerza motivadora para impactar positivamente a su generación (líderes influyentes) fueron hijos de una “relación no ideal” (Jefté, por ejemplo). También sabemos que muchos individuos de la antigüedad (y de siempre) que le propinaron un daño moral y espiritual a su generación fueron hijos de una “relación ideal” (Esaú, por ejemplo).


En cuanto al “respaldo bíblico” que usted me pide, le respondo con otra pregunta: ¿cuál es el respaldo bíblico para las bodas civiles y/o eclesiásticas? Tendrían que haber varias, abundantes, digo yo, por deducción lógica: un respaldo bíblico para los magistrados, otro para el pastor, otro para el cura, otro para el rabino y muchos más para los muchos grupos religiosos que se erigen como los “únicos” y “verdaderos hijos de Dios”.


¿De cuál parte de la Biblia se extrajeron los manuales y ritos que se usan hoy en las bodas civiles y religiosas? Y más aún: ¿Quién les dio la autoridad de presentarlos como infalibles, exclusivos, santos, dogmáticos? Que se apele a deducciones bíblicas, pudiera ser, pero no es un absoluto... Como dice el príncipe de los filósofos: “Lo que suele presentársenos como la palabra de Dios, son unas absurdas quimeras, y bajo el pretexto de un celo religioso se trata constantemente de imponer a los demás la opinión propia. Sí, lo repito, este fue el constante objeto de los teólogos: el de arrancar a los libros santos la conformación de sus sueños y sistemas para encubrirlos con la autoridad de Dios” (Baruj Spinoza, Tratado Teológico-Político, Capítulo VII).


Otra cosa, los términos “fornicación” e "inmoralidad" (y otros de similar acepción) están íntimamente ligados a la práctica del culto idolátrico que se mezclaba con ciertas prácticas sexuales del todo distorsionadas (específicamente, los prostitutos y prostitutas de los templos idolátricos, cuyos actos se califican hoy como "parafilias"). También están relacionados con las acciones adúlteras (infidelidad conyugal) e incestuosas. Así se puede ver tanto en las Escrituras Hebreas como en las Escrituras Cristianas... De hecho, en muchos lugares donde aparece el término "fornicarios" realmente debe decir: "prostitutas" (del templo) (como en Isaías 57:3), o "adúlteros", como en I Corintios 5:9. Esa es la concepción más cercana que define a las expresiones “fornicario” e "inmoral", y no es para nada loable adjudicárselas a una pareja que por X razones de la vida se vieron impedidos de establecer un vínculo afectivo de acuerdo a la norma imperante.


Como ve, estimado Iván, todo es cuestión de interpretación, todo es relativo, nada es absoluto.


Por mi parte, recomiendo, conforme a la razón, que cada pareja haga lo que mejor le convenga a la relación, a ellos como personas, a su futuro hogar y a la sociedad plena, y más si es el sueño de la joven hacer las cosas desde una perspectiva "socialmente ideal", es decir, formalizando la relación ante las autoridades civiles y religiosas (ir al altar, para los cristianos, o venir bajo la jupá, para los judíos), con los atuendos correspondientes, con un gran banquete de bodas y la respectiva luna de miel; estos sueños y aspiraciones, que son más intensos en la mujer,  deben ser respetados y valorados por el varón, y esforzarse por concedérselos, si realmente la quiere, la desea y está en sus posibilidades económicas hacerlo... Y si ya conviven y tienen hijos, pero tienen el deseo de celebrar su boda por todo lo alto, lo según la costumbre, lo cual les traería una profunda satisfacción emocional y espiritual, es correcto y loable que lo lleven a cabo, pues todos aquellos sueños y aspiraciones que laten en el corazón de las personas vienen dados del mismo Creador, para su propia felicidad y bienestar integral.


Pero hay algo que sí debe quedar claro: no es conforme a la razón seguir juzgando como “inmorales y ofensivas” ciertas decisiones que se salen de la norma religiosa y/o socio-culturalA lo sumo pudieran verse como “inconvenientes”, "precipitadas", “no ideales”, de acuerdo a los esquemas sociales preestablecidos, más no como "aberrantes" y/o "grotescas".


Hasta aquí mis palabras. Un abrazo afectuoso. 


Ánimo y adelante siempre…


Con cariño,


MSc. Lcdo. Alfredo Zambrano García
Orientador en Sexología

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