Pregunta 028: ¿Por qué no logro excitarme sexualmente con mi pareja si la amo?

Buenos días, respetado señor. Estoy actualmente atravesando una situación muy difícil en mi vida marital. Desde hace más de un año no logro excitarme sexualmente con mi esposa, casi no tenemos intimidad. Por más que lo intento no funciono bien. Antes todo era diferente, disfrutábamos sin mayores problemas. Pero lo que más me martiriza es el hecho de que cuando me masturbo todo funciona bien, no hay novedad, o cuando estoy con otras mujeres, todo bien, funciono bien. No sé qué me pasa. Yo amo a mi esposa, no quiero perder mi hogar, deseo solventar esta situación y ordenar mi vida que está muy desordenada. Aveces me avergüenzo de mi mismo, y disculpe usted si le ofendo o le incomodo con este asunto, pero necesito su orientación. Datos en reserva.

Esta es mi respuesta:

Saludos cordiales. Gracias por hacerme llegar su inquietud. No tiene por qué ofrecerme disculpas por su pregunta, lo que ha expresado ni me ofende ni me incomoda. Estoy aquí para orientar, como usted mismo dice, así que, tenga paz.
Dicho esto, entraré de lleno a brindarle una orientación lo más ajustada posible a su realidad desde el enfoque sexológico: El caso que hoy le perturba ha sido diagnosticado como: "Discriminación sexual selectiva de pareja Tipo II", que de acuerdo a FLASSES, WAMS y AISM (2014) se refiere a: "La actividad sexual donde la persona presenta incapacidad de ejercer la función sexual con su compañero/a habitual pero no así con otras personas, esto constituye la especificidad fundamental para la activación de la función sexual. Denominada antiguamente Síndrome de Disfunción sexual Tipo II". (p. 272). En palabras más sencillas, el hombre se siente despotenciado frente a su pareja habitual (esposa, compañera sentimental) para realizar con ella el ejercicio de la función sexual (sencillamente, no puede excitarse o se le dificulta), aun cuando exista un sentimiento de amor verdadero y estable, pero si logra auto-ejercitarse sexualmente (masturbarse) y/o activar la función sexual con otras mujeres, sin ningún inconveniente, tal cual es su caso.

Ahora bien, el hecho de que usted tenga más de un año presentando esta incapacidad, la Alteración se clasifica como secundaria, lo que significa que la adquirió o la fue adquiriendo en algún momento o proceso específico de su vida, relacionado con su pareja, claro está. En cuanto a las causas que pudieran estar generando este tipo de Alteración de la Función sexual, se tienen los siguientes reportes de tipo psicógenos (que se origina en la mente por causas psicológicas o emocionales, sin que haya una causa biológica u orgánica clara), como por ejemplo: “pérdida de la atracción sexual hacia la pareja, conflictos emocionales por conflictos no resueltos, infidelidad, temor a un embarazo no deseado, experiencias sexuales traumáticas con la pareja” (p. 273), así como también, antecedentes de tipo anatómicos, como: "cicatrices postquirúrgicas, quemaduras, defectos físicos, tumoraciones, infecciones, pueden condicionar un temor al rechazo, lo cual condiciona a no funcionar sexualmente con su pareja y viceversa” (p. 273).

Le invito, pues, estimado amigo, a que revise cuál de estas etiologías pudieran estar generando su incapacidad de ejercer la función sexual con su esposa. Y de paso, me permito animarle a que ubique en su ciudad un profesional de la sexología que le brinde orientación oportuna y pertinente y le ayude a salir de esta encrucijada existencial donde se encuentra atrapado. Dicho especialista determinará, según el diagnóstico y análisis, el tipo de Terapias a ser aplicadas, si es necesario un tratamiento farmacológico, si requiere trabajar las técnicas junto con su esposa, en fin, todo un Plan de Tratamiento, que estoy seguro, es de tipo cognitivo-conductual u otros que le sean afines, que le permitirán resolver esta alteración sexual.

Asimismo, debo advertirle que de no buscar ayuda oportuna y continuar con este estilo de vida no operativo, usted correrá el riesgo de desarrollar una disfunción eréctil y su cónyuge una disfunción orgásmica, y ambos una disminución en la frecuencia de funcionamiento sexual, que pudiera devenir en una relación de pareja insatisfecha e infeliz, y a mediano plazo, insoportable.

Finalmente, le sugiero que en este proceso de reestructuración psico-afectiva (mental y emocional) y sexual que deje a un lado la culpa, la vergüenza de sí mismo, los complejos de insignificancia y toda clase de pensamientos inadecuados respecto de su propia persona. Le aseguro, que con esos sentimientos no va a obtener nada bueno en su vida, antes bien, le van a despotenciar más y más. Recuerde que: Todo lo que provenga de la culpa y la acentuada melancolía tiende a malograr el grado de potencia de actuar de una persona. Así que, amigo mio, ame la vida tal cual la ha vivido. Nada de arrepentimientos perturbadores, ni remordimientos, ni vergüenzas por lo que hizo o dejó de hacer en el pasado. Lo que hizo, lo hizo y ya. Es hora de mirar hacia adelante y enfocarse en acciones constructivas, emprendedoras, útiles y provechosas, como por ejemplo, restituir la pasión en su relación marital, fundamental para el funcionamiento operativo de la pareja.

Ánimo y adelante siempre.

Con cariño,

MSc. Lcdo. Alfredo Zambrano G.

Orientador en Sexología

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Fuente Bibliográfica:

Federación Latinoamericana de Sociedades en Sexología y Educación Sexual (FLASSES), Asociación Mundial de Sexología Médica (WAMS) y Academia Internacional de Sexología Médica (AISM). (2014). Manual Diagnóstico en Sexología (MDS III). 3ra. Edición. Venezuela: Editorial CIPV. Pp. 272-273.